Hoy, hace 11 años, la vida de Mariana Lima Buendía fue coartada de manera cruel y cobarde.
El 29 de junio de 2010, Julio César “NN” , en ese entonces esposo de la joven, avisó a los padres de Mariana que su hija “se había suicidado”. Desde ese momento la familia no lo creyó, primero porque se tenía conocimiento de los antecedentes de violencia y celos que el agresor ejercía sobre Mariana y porque una noche antes de ser asesinada, Mariana había pedido a su familia volver a su casa materna porque había decidido terminar con su relación.
Mariana, nació el 28 de marzo de 1981 en el Estado de México. Desde pequeña fue llamada “Marianita”. “Nunca faltaba una sonrisa en su rostro, solo cuando se tomaba fotografías para la escuela. Tenía muchas amistades, le gustaba leer, hacer manualidades y ayudar a la gente humilde, por eso decidió estudiar derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)”, recuerda su madre Irinea Buendía.
Sin conocerlo, Mariana Lima Buendía se convirtió en un emblema de lucha y exigencia de justicia; es hoy también un ícono de la necesaria investigación con perspectiva de género y sobre todo la incansable lucha que las familias han tenido que emprender para alzar la voz, visibilizar la problemática y unir las voces para poner fin al asesinato de al menos 11 mujeres al día.
Después de 5 años de lucha, en marzo de 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió la sentencia Mariana Lima en la cual estableció que toda muerte violenta de mujeres debe ser investigada como feminicidio y las investigaciones realizadas con perspectiva de género.
El 15 de junio de 2016 se ejercitó acción penal contra su agresor, por su comisión del delito de Homicidio Calificado con complementación típica y punibilidad autónoma. La Orden de Aprehensión se dictó el 20 de junio de 2016 y la detención se realizó el 23 de junio de 2016.
El 29 de junio de 2016 se dictó auto de formal prisión contra Julio César “NN” por el delito de Homicidio Calificado. A 4,018 días de habernos arrebatado a Mariana, actualmente estamos a la espera de la sentencia, la cual esperamos y exigimos sea condenatoria.
A pesar de haber logrado la sentencia de la SCJN en la que resolvió a favor de una debida diligencia y perspectiva de género, este proceso ha sido largo y tortuoso sobre todo para la familia. Se ha cambiado a jueces en un sin número de ocasiones, diversas audiencias han sido suspendidas y a ello se suman las agresiones físicas y verbales contra la familia y sus acompañantes. Cuando la justicia que es tardía no es justicia, por lo que esperamos que la sentencia contra el agresor de Mariana sea uno de los resultados tangibles que permitan afirmar que a pesar de 11 años transcurridos, las autoridades estatales y federales garanticen el derecho al acceso a la justicia para Mariana, su familia y para las decenas de mujeres víctimas de violencia feminicida.
Una vez más traemos a la memoria a Mariana y recordamos que: aquí estaremos hasta lograr ¡Justicia, Justicia y Justicia para Mariana y para todas!
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Para mayor información: Atziri Ávila Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF). Cel./Whatsapp: 9512536082 ocnf@observatoriofeminicidiomexico.org TW: @OCNF FB: OCNFeminicidioMéxico Instagram: OCNFeminicidioMéxico www.observatoriofeminicidiomexico.org
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